Cuando los relojes inteligentes se hicieron realidad por primera vez, fue fácil distinguirlos de sus contrapartes analógicas. Eran deportivos y utilitarios, y la goma elástica y la cara rectangular incómoda eran evidencias.
Como ocurre con la mayoría de la tecnología, ha sido necesario un minuto para que la funcionalidad se mezcle con estilo y practicidad. No siempre fue fácil combinar un reloj inteligente en tu conjunto diario (o nocturno). Sin embargo, las funciones son muy convenientes para tenerlas con un movimiento de muñeca, especialmente mientras viaja.