Burning Man 2017 regresó el 27 de agosto al desierto Black Rock de Nevada, el lugar donde se ha celebrado el festival durante los últimos 28 años.
Esta región del noroeste de Nevada es una de las superficies más grandes y planas de la Tierra; es un paisaje árido y agrietado de la Tierra que puede alcanzar temperaturas diurnas de 110 grados Fahrenheit en el verano.