Es un ritual anual de verano: amontonar el auto con los niños y bocadillos para el viaje a Myrtle Beach para tomar el sol y celebrar el 4 de julio. Para uno Viajes + Ocio editor, ese es el poder de un viaje por carretera, con sus tradiciones, la emoción de la anticipación y el reconfortante sentido de lo familiar.
El atractivo para los demás radica en emprender el camino hacia lo desconocido, con la posibilidad de descubrimiento y (des) aventuras en la siguiente curva. Después de todo, cuando surge la necesidad de viajar, salir a la carretera es la forma más espontánea de conseguir su dosis. Incluso una excursión de un día puede refrescar su perspectiva.